En julio, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que el acceso a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano universal. El logro fue la culminación de cinco décadas de trabajo, que comenzaron con la Declaración de Estocolmo de 1972 y la promoción incansable del PNUMA, miles de organizaciones de la sociedad civil y grupos de Pueblos Indígenas.
La resolución se basa en la declaración del Consejo de Derechos Humanos de la ONU del año anterior. Ayudará a las personas a defender su derecho a un clima seguro, aire y agua limpios, alimentación adecuada, ecosistemas saludables y entornos no tóxicos.
