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19 Jul 2022 Discurso Nature Action

Concertar un terreno común para la naturaleza

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Mi más sincero agradecimiento al Excmo. Sr. Abdulla Shahid, Presidente de la Asamblea General, por habernos reunido en nuestra búsqueda por un “momento para la naturaleza”, porque estamos viendo, y necesitamos ver, una atención cada vez mayor a la crisis que enfrenta la naturaleza y la biodiversidad. En efecto, en el último año hemos visto que se ha brindado especial atención a una serie de desafíos intersectoriales en los debates de las reuniones multilaterales en materia del medio ambiente.

La Conferencia sobre el Cambio Climático celebrada en Glasgow en noviembre pasado reconoció la importancia de contar con una naturaleza sana para un clima sano y para ayudar a las comunidades vulnerables a adaptarse al cambio climático. Mediante la Declaración de Glasgow, los líderes mundiales renovaron su compromiso de conservar y restaurar los bosques y otros ecosistemas terrestres. Los líderes mundiales se comprometieron a destinar más de US$ 19.000 millones para ayudar a proteger y restaurar los bosques en todo el mundo, de los cuales más de US$ 1000 millones de dólares serán destinados exclusivamente a ayudar a involucrarse más a los pueblos indígenas y las comunidades locales, quienes constituyen los mejores administradores de la naturaleza. Las empresas y las instituciones financieras, por su parte, intensificaron sus compromisos de proteger los bosques mediante el ajuste de sus modelos de negocio y carteras.

En la quinta Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, a principios de este año, un conjunto de resoluciones impulsó las acciones en favor de la naturaleza. Una definición multilateral convenida de las soluciones basadas en la naturaleza nos proporcionó una base concreta sobre la cual comenzar a construir dichas soluciones. Asimismo, presenciamos el establecimiento de un nuevo panel, el cual complementaría al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC ) en materia del clima y a la  Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) sobre la biodiversidad, si se permite la comparación. Este nuevo panel se centrará en la contaminación por productos químicos y desechos, de los cuales todos sabemos que están envenenando nuestro planeta. Hemos atestiguado un hito con la resolución que creará, para 2024, un acuerdo internacional jurídicamente vinculante en materia de contaminación por plástico, la cual está asfixiando nuestros océanos. Vimos que se firmaron resoluciones centradas en temas diversos, desde la gestión sostenible de los lagos hasta el bienestar animal y la biodiversidad y la salud.

En cuanto a fechas más recientes, la reunión internacional Estocolmo+50, en junio, nos demostró que el mundo está dispuesto a comprometerse a transformar nuestras economías a fin de que contribuyan a un planeta sano y, por lo tanto, al bienestar humano, la paz y la prosperidad. Finalmente, la cuarta reunión del Grupo de trabajo de composición abierta sobre el marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020, que concluyó recientemente en Nairobi, trajo algunos progresos, aunque quedan demasiados temas pendientes. La labor pendiente por concluir para el próximo intervalo entre períodos de sesiones sigue siendo abundante.

Sin embargo, aún no hemos logrado ese momento para la naturaleza, el momento en que concertemos verdaderamente un terreno común para la naturaleza y todos cumplamos con los numerosos compromisos y promesas que se han hecho. Del 5 al 17 de diciembre, el mundo se reunirá para concluir el Marco Mundial de Diversidad Biológica durante la COP 15 en Montreal, ciudad sede de la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, presidida por el Gobierno de China. Una vez se cuente con este marco, necesitamos ver una enorme voluntad política en favor la naturaleza.

Dicho marco debe incluir un ambicioso conjunto de objetivos y metas que lleven las iniciativas en favor de la naturaleza más allá de la burbuja ambiental. Solo si se involucra a todos los sectores, empresas e inversionistas que causan impacto en la naturaleza o dependen de ella, podremos contrarrestar los factores clave de la pérdida de la naturaleza. La movilización de recursos será esencial, ya que nada se puede lograr en este mundo sin recursos financieros, técnicos y humanos adecuados.

La transparencia será esencial. No podemos seguir impulsando un falso ecologismo ni continuar ocultando la falta de progreso que, lamentablemente, ha sido la norma en gran parte del mundo durante tanto tiempo. Necesitamos tener certeza de que se están cumpliendo los compromisos, y necesitamos saber dónde se necesita apoyo adicional para lograr avanzar. Asimismo, necesitamos ver el inicio de la implementación de inmediato. Porque un marco no es más que un plan. Cuando construimos una casa, ¿el hecho de contar con los planos y dibujos arquitectónicos nos permite afirmar que la casa está construida? No. Se siguen dichos planos e invertimos en ese proyecto hasta que se termine de construir la casa.

Y parte de la construcción de ese hogar seguro y protegido es proteger y empoderar a todos para que contribuyan por igual a su finalización. Mientras me dirijo a ustedes, los Estados Miembros están deliberando en Nueva York sobre la aprobación en la Asamblea General del derecho humano universal a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. Los Estados Miembros están deliberando sobre la raíz misma de la vida humana, puesto que el medio ambiente sustenta a la humanidad y, por ende, a los demás derechos de los que disfrutamos actualmente. Por lo tanto, solicito a los Estados Miembros que aprueben inequívocamente esta resolución y se pongan a trabajar en su implementación. Porque el momento concreto para la naturaleza solo llegará cuando el plan sea cumplido a cabalidad, cuando el hogar esté en el lugar que le corresponde y cuando toda la humanidad sea capaz de resguardarse y vivir en armonía con la naturaleza.

Gracias.