UNEP/Duncan Moore
21 Jun 2021 Reportaje Nature Action

Cómo puede el mundo evitar la crisis de biodiversidad que se avecina

UNEP/Duncan Moore

Janez Potočnik e Izabella Teixeira se conocieron hace más de una década en una reunión del Convenio sobre la Diversidad Biológica en Nagoya, Japón. Estaban ahí como negociadores, con la esperanza de establecer objetivos claros que pudieran salvaguardar el mundo natural. Potočnik había sido comisionado europeo de Medio Ambiente y Ciencia y Teixeira se desempeñó durante seis años como ministra de Medio Ambiente de Brasil. Ambos entendían lo que estaba en juego cuando abogaban por que la acción política se basara en principios basados ​​en la ciencia.

Ahora, como copresidentes del Panel Internacional de Recursos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, continúan con esa labor. Recientemente, fueron coautores de Construyendo Biodiversidad. El enfoque de gestión de recursos naturales, un informe diseñado para ayudar a los países a apreciar la naturaleza y establecer el valor económico de los servicios de los ecosistemas. Recientemente se reunieron con el PNUMA para hablar sobre el estudio y el inmenso esfuerzo internacional que se necesita para detener la pérdida de biodiversidad.

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA): La biodiversidad es crucial para la supervivencia de la humanidad. Entonces, ¿por qué sabemos tan poco del valor de las plantas, los animales y el resto del mundo natural?

Izabella Teixeira: Cuando se mira a países con activos naturales, como Brasil, la suposición es que puedes extraer sin límites. Esta cultura es muy difícil de cambiar.

Janez Potočnik: Nuestra relación insostenible con la naturaleza puede explicarse tanto por una incapacidad institucional como por la incapacidad de la economía contemporánea para reconocer que somos parte de la naturaleza y no somos ajenos a ella. Tenemos que entender que la biodiversidad es vida, incluida la nuestra.

PNUMA: Usted ha dicho que la gestión de los recursos naturales es fundamental para limitar el cambio climático. Pero se espera que la demanda mundial de materias primas se duplique para 2060. Claramente, esta discrepancia debe conciliarse, pero ¿cómo?

Potočnik: Necesitamos desvincular el bienestar humano y el crecimiento económico del (mayor) uso de los recursos naturales. Es importante que comencemos a pasar del modelo económico estándar de maximizar la producción a uno en el que la prioridad sea satisfacer las necesidades humanas. Por ejemplo, no necesitamos coches, necesitamos movilidad. No necesitamos refrigeradores, necesitamos alimentos saludables y refrigerados. No necesitamos pesticidas, necesitamos plantas que estén protegidas de las plagas. Si se abordan las cosas desde la perspectiva de las necesidades humanas, se llega a modelos que podrían ser mucho más respetuosos con los recursos naturales.

Teixeira: Con base en los enfoques de gestión de los recursos naturales, los responsables de la toma de decisiones pueden aplicar cuatro principios para convertir la pérdida de biodiversidad en el valor de la biodiversidad: conocer su verdadero impacto, planificar juntos, crecer con la naturaleza y valorar la naturaleza.

PNUMA: El Marco mundial para la diversidad biológica posterior a 2020 tiene como objetivo establecer metas ambiciosas para proteger el mundo natural. Pero hemos fallado antes con un esfuerzo similar, las Metas de Aichi, y estamos luchando por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Cómo puede tener éxito el Marco Mundial Posterior a 2020 donde otros han fracasado?

Potočnik: Creemos que es esencial abordar los impulsores de la pérdida de biodiversidad, y esta es también la mejor manera de abordar simultáneamente  problemas ambientales como el cambio climático y la contaminación. Es esencial cambiar el enfoque, pasar de la maximización de las ganancias a la búsqueda de una vida sostenible a largo plazo, y entender que con el agotamiento continuo de la naturaleza, estamos impactando a las generaciones futuras, y eso es absolutamente injusto.

Teixeira: También es necesario dar un valor político y económico a la biodiversidad. Para mí, este es un gran desafío, más grande que el cambio climático. La naturaleza no está ahí solo para ser utilizada. Es, más bien, un activo político y económico del que pueden beneficiarse todos en todo el mundo.

PNUMA: Ustedes han trabajado muy de cerca con los gobiernos y comprenden las realidades políticas del cambio. ¿Qué tan difícil será para los gobiernos asumir esta nueva agenda ambiental como parte de su mandato?

Potočnik: Desarrollar autoridad, confianza, sumar esfuerzos, eso siempre es importante en política. Tienes que ir paso a paso, tienes que crear masa crítica, y luego llega un momento clave y de repente tu agenda se toma en cuenta. Entender la economía fue extremadamente útil para mí porque a veces esos argumentos eran los que funcionaban mejor. En muchos países, incluida Europa, se están dando cuenta de que el desarrollo económico y la protección del medio ambiente no están en contradicción. De hecho, esa combinación es en realidad una condición necesaria para que haya resultados económicos beneficiosos en el futuro.

Pregunta: ¿Qué impacto ha tenido la pandemia de COVID-19 en el Marco Mundial para la Biodiversidad?, ¿Retrasará o alterará el calendario en el futuro?

Teixeira: Necesitamos comprender mejor los desafíos para la gobernanza ambiental mundial. Tenemos una gran oportunidad para dejar en claro cómo estamos conectados, para dejar en claro la importancia de los alimentos, el agua y las reservas naturales, para dejar en claro el valor de los servicios ambientales. No hay nuevas normalidades, solo nuevos futuros. Nuestro mundo está cambiando todo el tiempo y ahora no hay razón para creer que eso se detendrá. Los desafíos que tenemos por delante son en serio y necesitamos aprender de las experiencias que estamos atravesando actualmente.

Potočnik: Me temo que nos estamos centrando en las consecuencias más que en las causas de la pandemia, aliviando el dolor sin curar la enfermedad. La mala gestión de la biodiversidad en el pasado fue identificada por la ciencia como la posible razón principal de la crisis de COVID-19. Muchos creen que el mundo después de la COVID-19 será distinto pero, desafortunadamente, me temo que será el mismo. Necesitamos repensar la forma en que gestionamos los riesgos como individuos, como empresas privadas, como responsables políticos. A nivel local y mundial, debemos colaborar más y construir sociedades resilientes porque estamos muy interconectados.

La Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado los años 2021 a 2030 como el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas. Liderado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Decenio de las Naciones Unidas está diseñado para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo. Reunirá apoyo político, investigación científica y fuerza financiera para ampliar la restauración con el objetivo de devolverle la vida a millones de hectáreas de ecosistemas terrestres y acuáticos. Explora el trabajo del PNUMA en la preservación de los ecosistemas, incluidos los bosques, las costas, las turberas y los arrecifes de coral. Obtén más información sobre el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración aquí.

UNEP: The Post-2020 Global Biodiversity Framework aims to set ambitious targets to protect the natural world. But we have failed before with a similar effort, the Aichi Targets, and are struggling to meet the Sustainable Development Goals. How can the Post-2020 Global Biodiversity Framework succeed where others have failed?

Potočnik: We believe it is essential to address the drivers of biodiversity loss, and this also is the best way to simultaneously address environmental issues, like climate change and pollution. It is essential to re-focus from profit maximization to long-term sustainable living, and understand that through the continued depletion of nature, we are impacting future generations – and that is absolutely not fair.

Teixeira: There is also a need to put a political and economic value on biodiversity. To me, this is a big challenge, bigger than climate change. Nature is not there just to be used. Instead, it is a political and economic asset for everyone around the world to benefit from.

UNEP: You were a government minister and you understand the political realities of change. How difficult will it be for governments to take on this new environmental agenda as part of their mandate?

Potočnik: Building ownership, trust, taking all on board – that is always important in politics. You have to move step by step, you have to create critical mass, and then a critical moment arrives and suddenly your agenda is taken on board. Understanding economics was extremely helpful for me because sometimes those arguments were the ones that worked best. In many countries, Europe included, they are realizing that economic development and environmental protection are not in contradiction. In fact, that combination is actually a pre-condition for future beneficial economic results.

Question: What impact has the COVID-19 pandemic had on the Global Biodiversity Framework and will it delay or alter the timetable going forward?

Teixeira: We need to understand better the challenges for global environmental governance. We have a huge opportunity to make clear how we are connected, to make clear the importance of food and water and nature preserves, to make clear the value of environmental services. There are no new normals, just new futures. Our world is changing all the time and there’s no reason now to believe that it will stop. The challenges that lie ahead are serious and we need to learn from the experiences we are currently going through.

Potočnik: I fear we are focusing on the consequences rather than the causes of the pandemic, relieving the pain without curing the disease. The mismanagement of biodiversity in the past was identified by science as a likely core reason for the COVID-19 crisis. Many believe the world after COVID-19 will not be the same but, unfortunately, I fear it will be the same. We need to re-think the way we are managing risks as individuals, as private companies, as policy makers. Locally and globally, we must collaborate more and build resilient societies because we are so interconnected.

 

The United Nations General Assembly has declared the years 2021 through 2030 the UN Decade on Ecosystem Restoration. Led by the United Nations Environment Programme and the Food and Agriculture Organization, the UN Decade is designed to prevent, halt and reverse the degradation of ecosystems worldwide. It will draw together political support, scientific research and financial muscle to scale up restoration with the goal of reviving millions of hectares of terrestrial and aquatic ecosystems. Explore UNEP’s work on preserving ecosystems, including forests, coastlines, peatlands and coral reefs. Find out more on the UN Decade of Restoration here.