15 Mar 2019 Reportaje Desastres y conflictos

Construyendo paz y resiliencia en el Darfur de la escasez

Hace cuatro años, Aziza Mohammed Abdallah Mukhtar estaba desguazando plantas de tabaco en la comunidad de Zamzam, en el árido estado de Darfur del Norte, en Sudán.

Como muchos darfurís, Aziza, una viuda de 52 años, ha vivido durante décadas en un medio ambiente frágil, caracterizado por una creciente variabilidad climática y períodos de escasez. Sus cultivos tardaron siete meses en madurar en condiciones normales, llevando su resiliencia a un punto extremo.

Ahora, gracias a un proyecto que distribuye agua estacional para aumentar la productividad agrícola y reducir la erosión del suelo, Aziza ha podido prosperar: cultiva sandía, sorgo, tomate, quimbombó y sésamo.

"Este proyecto me ha permitido financiar la educación de mis hijos", dijo. Tres de sus cinco hijos ahora estudian en las universidades de Jartum.

ONU Medio Ambiente ha implementado desde 2014 el Proyecto de Gestión de Cuencas de Wadi El Ku, una iniciativa de US$ 7,7 millones, financiada por la Unión Europea en asociación con la organización local Practical Action, el Gobierno de Sudán y comunidades como la de Aziza.

Antes del proyecto, las tierras de Aziza, no recibían agua del wadi (un canal que se llena en la temporada de lluvias). El terraplén de agua de siete metros de altura construido como parte del proyecto, y que se extiende 1,2 kilómetros a lo largo del área administrativa de Zamzam, la ha ayudado a ella y a otros lugareños a diversificar la producción agrícola.

Otros dos terraplenes, tres canales de agua y dos reservorios de agua han sido construidos o rehabilitados. Esto ha permitido a casi 1.600 hogares de 34 consejos de aldeas triplicar la producción de sorgo y mijo, y cultivar hortalizas y cultivos comerciales incluso adentrada la temporada seca.

Los beneficios no se limitan a aumentar la resistencia a las sequías. Cuando escasean recursos como el agua y la tierra, a menudo también surgen reclamos entre las comunidades que los necesitan. Esto condujo a conflictos locales y desempeñó un papel importante durante la guerra que estalló en 2003.

El proyecto ha ayudado a reducir las tensiones, especialmente entre pastores y agricultores. Los consejos comunitarios de muchas aldeas se reúnen para evaluar la mejor manera de usar el agua, mientras que los comités aseguran el compromiso técnico y político a nivel estatal.

La segunda fase, lanzada en noviembre de 2018, apunta a expandir la gestión integrada de los recursos hídricos a las comunidades río arriba y río abajo de la cuenca de Wadi El Ku. Beneficiará directamente a 80.000 hogares dentro del área.

“Una menor disponibilidad de agua impacta en la salud y la seguridad alimentaria. Provoca el desplazamiento de personas e inestabilidad política", explicó Jean-Michel Dumond, Embajador de la Unión Europea en Sudán. “Nuestra esperanza es que el mismo modelo se pueda reproducir en otras regiones. Esto ayudará a las poblaciones locales a administrar mejor sus recursos naturales de forma conjunta, con miras a un futuro pacífico y rentable", añadió.

Mientras tanto, en el estado de Darfur Oriental, otro proyecto de ONU Medio Ambiente y la Unión Europea, implementado por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, está comenzando a marcar una diferencia similar en las comunidades que luchan por administrar sus recursos.

"Cuando era joven, había menos de 50 hogares aquí. Ahora, hay más de 5.000. Los árboles han sido diezmados debido a la demanda de energía para cocinar”, relató Abdulrahman Ismail, un clérigo que vive en la aldea de Bakhiet en Darfur Oriental.

Cambios ambientales similares son comunes en otras partes de este estado semiárido, que cubre un área un poco más grande que Grecia y alberga a aproximadamente 1,5 millones de residentes.

El Proyecto de Gestión de Recursos Naturales de Darfur Oriental apoya a seis comunidades a implementar la reforma de la política de gestión de recursos naturales. En mayo de 2018, casi tres años después del lanzamiento del proyecto, la Legislatura del Estado de Darfur Oriental aprobó la Ley del Consejo para la Coordinación y Gestión de Políticas de Recursos Naturales de 2018.

La legislación es la primera de su tipo en Sudán y proporciona un marco para la gestión conjunta de recursos por parte del gobierno estatal y las comunidades locales. A través de una legislación separada aprobada en septiembre, Darfur Oriental también está trabajando para promover la gestión conjunta de centros de abastecimiento de agua, presas y otras fuentes de agua dentro de su territorio.

A medida que el cambio climático empeora y las poblaciones continúan creciendo, en Darfur y en muchas otras regiones de África, los esfuerzos que ayuden a las comunidades a compartir sus recursos serán cruciales para prevenir conflictos y minimizar los impactos de los períodos secos.

ONU Medio Ambiente ha brindado apoyo a Sudán desde la década de 1990. Su trabajo abarca la gestión de los recursos naturales, medios de vida, adaptación al cambio climático, gobernanza ambiental, consolidación de la paz y resolución de conflictos, así como el fortalecimiento de los roles de las mujeres en los procesos locales de construcción de la paz.

Conoce más sobre nuestro trabajo en Desastres y Conflictos.

Este artículo es parte de una serie de historias publicadas en el Informe Anual 2018 de ONU Medio Ambiente.