Claudia Altamimi/Unsplash
10 May 2021 Reportaje Nature Action

El poder de las comunidades para sanar ecosistemas en Haití

Claudia Altamimi/Unsplash

El exuberante Pico Macaya se erige en la península sur de Haití. El área es una importante fuente de agua y un punto clave para la biodiversidad, ya que conserva el último bosque de niebla virgen del país. La montaña también alberga la única población restante de la minúscula rana Macaya, reconocible por sus manchas en el pecho, y una de las muchas especies endémicas de Haití que se encuentran amenazadas.

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, cerca de 12 especies de aves, 28 de plantas, 46 de anfibios, 15 de peces y unas 10 de reptiles y mamíferos están en peligro de extinción en la nación insular caribeña. La principal razón es la deforestación causada por poblaciones en busca de recursos.

 

“Los bosques de Haití albergan una increíble biodiversidad”, dice Leo Heileman, director regional del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en América Latina y el Caribe.

“Mantener y mejorar estas áreas no solo aumenta la resiliencia del ecosistema forestal y su capacidad para adaptarse a un clima cambiante; también mejora la resiliencia y el bienestar de las comunidades que dependen de él para obtener alimentos, medios de vida y otros servicios”, añade Heileman.

Para preservar los puntos críticos de biodiversidad del país, en 1968, el Gobierno de Haití comenzó a establecer áreas protegidas. Las 26 áreas que existen actualmente representan casi 7% de la tierra del país y 1,5% de sus aguas, y la mitad de ellas se crearon con la asistencia técnica del PNUMA. El país también se unió a Cuba, Puerto Rico y República Dominicana como parte de la iniciativa del Corredor Biológico en el Caribe, que trabaja en la conectividad de los ecosistemas entre los países.

Aun así, se necesita más ayuda dentro de las fronteras del propio Haití, donde los desafíos relacionados con la pobreza se ven agravados por desastres naturales que obstaculizan la recuperación ambiental y económica.

Con la asistencia del PNUMA, se están realizando esfuerzos comunitarios para frenar y revertir la destrucción del medio ambiente y apoyar el bienestar de la población local. Por solicitud del Ministerio de Medio Ambiente de Haití, el PNUMA se centra en la región sur, o Grand Sud, que incluye el pico Macaya, las playas de Port-Salut e Île-à-Vache y los manglares de La Cahouane.

Los bosques de Haití albergan una increíble biodiversidad.

Leo Heileman, PNUMA

De vuelta a la naturaleza

El trabajo del PNUMA antecede al Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas, una convocatoria para devolverle la salud al mundo natural que se lanzará de manera oficial el 5 de junio de 2021, Día Mundial del Medio Ambiente. Casi 75% de la superficie de la Tierra ha sido alterada por la actividad humana y el Decenio de las Naciones Unidas está diseñado para restaurar millones de hectáreas de tierra y mar que se han perdido a causa del desarrollo.

Los manglares de Cahouane, sobreexplotados y degradados durante décadas, son un ejemplo del impacto de la humanidad en el medio ambiente. Los ecosistemas de manglares son vitales para estabilizar la línea costera y mantener la diversidad biológica de las áreas circundantes. No solo son zonas de desove para los peces, sino que almacenan grandes cantidades de carbono, lo que ayuda a mitigar la crisis climática. Los manglares también producen néctar y polen, la fuente de la miel de manglar, que es ligera, dulce y rica en vitaminas.

Con el fin de reducir la sobreexplotación de los bosques de mangle, el PNUMA apoyó hace tres años una iniciativa para preservarlos y restaurarlos y, al mismo tiempo, crear medios de vida mediante la agrosilvicultura, la apicultura, la acuicultura y la pesca sostenible. En total, se han reforestado 141 hectáreas en áreas expuestas a peligros costeros e inundaciones, mientras que 170 kilómetros en riberas fluviales se han reforestado con bambú para evitar la erosión del suelo. Asimismo, se han cubierto más de 10.5 kilómetros cuadrados de cuencas hidrográficas con plántulas y árboles frutales, entre otras especies.

“Estas intervenciones confirmaron la capacidad de las comunidades locales para movilizar e implementar soluciones que combinan el desarrollo de los medios de vida, la resiliencia y la protección y restauración del medio ambiente”, dice Fabien Monteils, representante del PNUMA en Haití.

“Ahora nuestro objetivo es acelerar el ritmo y ampliar las prácticas a nivel de los paisajes mediante la integración intersectorial, aprovechando y alineando la ayuda externa, empoderando a las comunidades con modelos de gobernanza mejorados y construyendo sistemas de información sólidos y soluciones financieras innovadoras”, añadió Monteils.

A mountainous section of Haiti’s coast
Foto: PNUMA/Gabriel Gelin

En materia financiera

Un enfoque de financiamiento innovador es el Fondo Haitiano para la Diversidad Biológica, creado en 2019 con el apoyo del PNUMA. Este mecanismo facilita el acceso a recursos financieros para las organizaciones locales enfocadas en la conservación y brinda una nueva oportunidad para que Haití participe en la conservación de la biodiversidad. Así, el Fondo marca un punto de inflexión en la protección del medio ambiente en un momento en que miles de especies están amenazadas en todo el planeta.

“El Fondo Haitiano para la Biodiversidad es un logro claro, pero se necesita más. Vemos que surgen soluciones, vemos que cada vez más comunidades se incorporan. El camino es arduo, pero sí hay una vía para que los haitianos escapen de la pobreza y los desastres climáticos intensificados si unen fuerzas con su medio ambiente”, concluye Monteils.

La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró los años 2021 a 2030 como el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas. Liderado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Decenio de las Naciones Unidas está diseñado para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo. El Decenio de las Naciones Unidas reunirá apoyo político, investigación científica y fuerza financiera para ampliar la restauración con el objetivo de devolverle la salud a millones de hectáreas de ecosistemas terrestres y acuáticos. Visita http://www.decadeonrestoration.org para obtener más información.