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Economía de la conservación, la restauración y la gestión sostenible de las turberas

04 November 2021
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Las turberas cubren menos del 3% de la superficie de la Tierra, pero albergan la mayor cantidad de carbono orgánico terrestre y almacenan el doble de carbono que todos los los bosques del mundo. A pesar de su potencial de acción climática, las turberas están en declive. Entre 11% y 15% de estos ecosistemas son drenados para el pastoreo, la agricultura, la silvicultura y la minería de turba.  

Cuando las turberas se degradan contribuyen desproporcionadamente al cambio climático y las emisiones de gases de efecto invernadero. Las turberas drenadas o quemadas consumen 5% del presupuesto mundial de carbono.

El informe Economía de la conservación, restauración y gestión sostenible de las turberas, escrito por Edward Barbier y Joanne Burgess, investigadores de la Universidad Estatal de Colorado, identifica que las principales causas de la mala gestión de las turberas son la infravaloración y la falta de inversión.  

El informe, publicado como parte de la contribución de la Iniciativa Mundial sobre las Turberas al Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas, concluye que la principal causa de la mala gestión de las turberas es la infravaloración de sus contribuciones económicas. Las actividades y políticas comerciales que degradan y convierten estos ecosistemas con alto contenido de carbono a menudo ignoran o no tienen en cuenta sus beneficios para la sociedad. Además, ha habido una escasa inversión para la conservación y restauración mundial de las turberas.  

Cumplir con el objetivo de mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2°C requiere una acción urgente para mantener el carbono de las turberas donde está:  en el suelo. Al mismo tiempo, debemos volver a humedecer y restaurar muchas turberas ya drenadas y degradadas para detener sus emisiones de gases de efecto invernadero y proteger los otros beneficios que proporcionan. La protección y restauración de las turberas puede ser una solución basada en la naturaleza de bajo costo, baja tecnología y alto impacto tanto para la acción climática como para la biodiversidad.