Photo: AFP/Ludovic Marin
24 May 2023 Reportaje Chemicals & pollution action

La historia poco difundida de las bolsas de agua casi omnipresentes

Photo: AFP/Ludovic Marin

Entre montones de bolsitas de agua desechadas en Dakar, la capital de Senegal, emerge de la calle una escena muy conocida. Su aspecto es el de una alta torre de basura, solo que ésta se mueve. Sin más ni menos, se trata del "Hombre de Plástico": vestido de desechos de la cabeza a los pies, con bolsas, vasos y bolsas de agua de un solo uso. Su misión en la vida: alertar sobre los peligros de la contaminación por plástico.

Modou Fall, padre de cuatro hijos, se crió en los suburbios de Dakar. Comenzó su carrera como soldado. "Aprendí muchas cosas cuando fui asignado a la frontera entre Senegal y Malí", relata Modou Fall. "Me fijé en las aves migratorias que ya no vuelan, por estar envueltas de basura plástica". Fue entonces cuando Modou Fall se dio cuenta de la magnitud de la crisis en su país. Decidió hacer que la amenaza fuera imposible de ignorar vistiéndose con residuos plásticos.

Plastic man
El activista ambiental senegalés Modou Fall, conocido como "Plastic Man", sale a la calle para alertar sobre la contaminación por plásticos de un solo uso en Dakar. Foto: Annika Hammerschlag/Anadolu Agency vía AFP

Las bolsitas de agua son uno de los productos de un solo uso más emblemáticos de África Occidental porque se ven en todo lugar. Estas delgadas bolsas de polietileno termoselladas y rellenas de agua se han popularizado en las últimas décadas. Modou Fall hace todo lo posible por difundir día a día su mensaje anticontaminación, pero los expertos afirman que resolver esta crisis requiere un enfoque global.

"Conocer la historia de las bolsas de agua es un buen ejemplo para ayudar a comprender las distintas facetas de la crisis mundial de la contaminación por plásticos", afirma Elisa Tonda, Jefa de la Subdivisión de Recursos y Mercados, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). "Hay que tener en cuenta las necesidades y los contextos locales a la hora de poner en marcha soluciones para romper con la cultura del usar y desechar y avanzar eficazmente hacia una economía circular."  

¿Por qué son tan populares las bolsitas de agua?

Utilizar una bolsita de agua es una práctica cotidiana en muchas comunidades de ingreso bajo y mediano de África Occidental. Su amplio uso se debe en gran medida a la escasez intermitente del suministro público de agua: la mayoría de los habitantes de las ciudades del África subsahariana tienen dificultades para acceder a los servicios básicos de agua. El bajo precio, la ligereza y la durabilidad de las bolsas de agua se suman a sus ventajas: llevar una pequeña bolsa de plástico es más fácil que transportar una frágil jarra de cerámica tradicional o un voluminoso recipiente de agua.

"Las bolsas de plástico responden a una necesidad real de agua potable", explica Elise Tonda. "Hacer que el agua potable esté más extendida, especialmente entre las comunidades con menos ingresos, ayudaría a abordar la causa raíz del problema, en lugar de sus síntomas. Necesitamos un cambio cultural de 180 grados respecto al uso de botellas y vasos reutilizables".

¿Cómo funciona esta industria?

Hasta la década de 1980, en las calles de Ghana era habitual beber agua de un vaso de metal o plástico, sacada de un recipiente de almacenamiento más grande. Luego, el aumento de la demanda, unido a las preocupaciones sanitarias, dio lugar a nuevos envases de agua. La bolsa de agua actual apareció por primera vez a finales de los años 90, gracias a la llegada de nueva maquinaria.

Todo lo que se necesita para crear un pequeño negocio de envasado de bolsitas de agua es disponer de agua del grifo y un frigorífico. Gran parte del agua en bolsitas se produce y se vende sin indicar su origen ni su calidad. Otras se fabrican por encargo de grandes marcas (en Senegal, por ejemplo, Si Belle o Teranga) y están sujetas a reglamentación.

Amenazas para la salud y el medio ambiente

Discarded water sachet
Foto: PNUMA/Tal Harris

No es raro que los consumidores arrojen bolsas de agua vacías al borde de la carretera. Tampoco es raro que los residuos plásticos desechados obstruyan los desagües y contaminen el aire cuando son quemados o incinerados, además de servir de caldo de cultivo para vectores de enfermedades como los mosquitos. Cada año se vierten entre 19 y 23 millones de toneladas de plástico en los ecosistemas acuáticos, lo que perjudica a más de 800 especies.

En Nigeria, el consumo de agua en bolsitas plásticas está cada vez más extendido, sobre todo en ciudades de rápido crecimiento como Lagos. Los estudios científicos demuestran que cada día se tiran a la calle entre 50 y 60 millones de bolsitas de agua usadas.

Medidas gubernamentales y de defensa

Water dispenser
Los dispensadores automáticos de agua van abriéndose paso poco a poco en Dakar. Foto: PNUMA/Tal Harris

El suministro de agua potable fresca bajo demanda sería una solución sostenible para la salud humana y el medio ambiente. Pero con una población africana que se prevé que crezca de 471 millones en 2020 a 1.000 millones en 2050, y con una infraestructura hídrica insuficiente en muchas ciudades, se necesitan nuevas políticas y alternativas.

En el marco de la Convención de Bamako, 30 países africanos han acordado reforzar la gestión de los desechos peligrosos, incluidos los plásticos. Muchos países ya han impuesto prohibiciones nacionales a los plásticos, incluidas las bolsas de agua. En la última sesión de la Conferencia Ministerial Africana sobre Medio Ambiente, celebrada en Dakar, los ministros de Medio Ambiente se comprometieron a apoyar la elaboración de un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos.

Gran parte de estos avances se atribuyen a iniciativas ciudadanas, como la de Plastic Man, que piden a los gobiernos que tomen más medidas.

En 2015, el presidente Macky Sall concedió a Plastic Man la Orden Nacional del Mérito, lo que le dio la oportunidad de comprometer a distintos ministros de Medio Ambiente. "Eso no detuvo la guerra emprendida por comerciantes y productores de plástico contra mí", dice Modou Fall. "Pero Dios me dio el valor para continuar con mi trabajo", añadió. Hoy, a sus 54 años, Modou Fall sigue luchando por un Senegal limpio, como el nombre de la ONG que fundó. En su opinión, esa visión requiere una coordinación transfronteriza mucho más rigurosa.

Poco a poco van surgiendo algunas opciones viables de reutilización, como los dispensadores automáticos de agua en Dakar. Pero es necesario diversificar más las alternativas y hacer frente a la escasez del suministro público generalizado de agua.

Un mecanismo internacional crucial

Más de 160 países participaron el año pasado en Uruguay en la primera ronda de negociaciones hacia un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, y el segundo período de sesiones de negociación comienza pronto en París. Las investigaciones del PNUMA muestran que para cerrar el grifo de la contaminación por plásticos será necesario un cambio sistémico y global.

"Necesitamos que todas las partes interesadas participen en el proceso del tratado sobre el plástico para impulsar un cambio transformador: los gobiernos, los sectores informal y privado, los pueblos indígenas, las comunidades locales, la sociedad civil, el mundo académico y la juventud", declaró Elise Tonda. "Tenemos la oportunidad de cambiar el curso de la historia y crear un planeta sin contaminación por plástico para las generaciones venideras".

 

Sobre el Día Mundial del Medio Ambiente 

El Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio, es el día internacional más importante en materia de medio ambiente. Cada año, desde 1974, el Día Mundial del Medio Ambiente se celebra el 5 de junio con la coordinación del PNUMA y la participación de gobiernos, empresas y la ciudadanía en un esfuerzo conjunto por abordar los más apremiantes problemas ambientales. Este año, el Día Mundial del Medio Ambiente se centrará en las soluciones a la crisis de la contaminación por plásticos.