Reconocido como uno de los países más antiguos del mundo, Armenia ofrece una rica cultura con hondas raíces en el pasado. Situado entre Europa y Asia, alberga paisajes diversos: desde exuberantes bosques y cumbres nevadas hasta terrenos áridos y la densamente poblada capital, Ereván. Entre el patrimonio inveterado y la belleza natural, hay mucho que ver y aún más que proteger en Armenia.
Consciente de ello, el Gobierno del país ha señalado como una de sus prioridades el establecimiento de un sólido plan de gestión de los productos químicos y los desechos. Armenia, que ratificó los Convenios de Basilea (1999), Estocolmo (2003) y Rotterdam (2003), y el Convenio de Minamata en 2017, ha dado pasos importantes en la protección del medio ambiente y la salud humana en la última década.
Sin embargo, este impulso se ha visto frenado por problemas como una legislación débil en materia de productos químicos, una capacidad insuficiente de manipulación de los desechos y una escasa concienciación del público y la industria acerca de los efectos de los productos químicos peligrosos.
Para subsanar estas deficiencias, Armenia está poniendo en marcha un proyecto polifacético de tres años de duración que cuenta con el apoyo del Programa de Gestión de los Productos Químicos y los Desechos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Esta medida es crucial no solo para ayudar al bienestar de sus casi 3 millones de ciudadanos, sino también por razones económicas.
La primera fase del proyecto consistirá en la creación de un Sistema Nacional de Coordinación Interinstitucional. Dirigido por personal de los ministerios que intervienen en la gestión de los productos químicos y los desechos, servirá para consolidar y sustituir una serie de comités existentes que actualmente funcionan de forma independiente.
Combinando los conocimientos, las estrategias y las capacidades de diversos ministerios para abordar la gestión de los desechos y los productos químicos, el Sistema Nacional de Coordinación Interinstitucional obtendrá mejores resultados a la hora de resolver los problemas de forma coherente. Uno de los problemas que el Sistema abordará de inmediato es la gestión racional de los desechos de la extracción de minerales. El país cuenta con un desarrollado sector minero del oro, el cobre, la plata y otros metales. Sin embargo, necesita una mejora de la supervisión ambiental.
En el marco de los objetivos del proyecto, el recién creado Sistema Nacional de Coordinación Interinstitucional también actualizará el Perfil Nacional de Gestión de los Productos Químicos de Armenia. Creado en 2004, y actualizado por última vez en 2016 para abordar las nanopartículas, el Perfil pronto incluirá nuevas sustancias químicas reguladas en virtud de distintos convenios. Este paso es fundamental en la creación de una política nacional amplia en materia de gestión racional de los productos químicos y los desechos, y en el establecimiento de nuevos objetivos y metas.
Una vez que el Sistema Nacional de Coordinación Interinstitucional y el Perfil Nacional de Gestión de los Productos Químicos estén plenamente establecidos, será posible acometer la difícil labor de fortalecer la legislación nacional relativa a los productos químicos y los desechos. La labor inicial en materia legislativa se centrará en la actualización de la lista de contaminantes orgánicos persistentes prohibidos con arreglo al Convenio de Estocolmo, la ampliación de la lista de productos químicos regulados por el Convenio de Rotterdam y la elaboración de una estrategia de gestión de los desechos peligrosos. Tras crear listas y estrategias, Armenia tiene previsto introducir el concepto de responsabilidad ampliada del productor para 2023.
La responsabilidad ampliada del productor consta de políticas y prác
